La semana pasada una nota en The New York Times describió el fenomenal hallazgo de unos investigadores independientes pertenecientes a un grupo que se llama First Sounds.
Encontraron la grabación de una voz hecha el 9 de abril de 1860. En el sitio del diario se puede escuchar el audio de la grabación. Es una voz tenue y distante cantando la canción “Au Clair de la Lune.”
Esto da vuelta la historia aceptada hasta ahora que Thomas Edison fue la primera persona en grabar la voz humana.
Sucede que existía un fonógrafo que grababa los sonidos visualmente sobre un papel manchado con el humo de una lámpara de aceite. El problema es que el aparato grababa los sonidos visualmente pero que no era capaz de reproducirlos. Justamente el logro de los científicos fue en extraer el sonido del papel grabado.
El descubrimiento, además, revindica póstumamente a Édouard-Léon Scott de Martinville, el inventor del dispositivo, que se murió envenenado de rabia que Edison le había cosechado toda la gloria por una invención que en realidad no era del todo suya.
Edison, recordamos, también fue un gran cabrón con Nikola Tesla. Este es un capitulo aparte que merece mucha investigación. Por ahora lo dejamos picando, como dicen en la Argentina.
Encontraron la grabación de una voz hecha el 9 de abril de 1860. En el sitio del diario se puede escuchar el audio de la grabación. Es una voz tenue y distante cantando la canción “Au Clair de la Lune.”
Esto da vuelta la historia aceptada hasta ahora que Thomas Edison fue la primera persona en grabar la voz humana.
Sucede que existía un fonógrafo que grababa los sonidos visualmente sobre un papel manchado con el humo de una lámpara de aceite. El problema es que el aparato grababa los sonidos visualmente pero que no era capaz de reproducirlos. Justamente el logro de los científicos fue en extraer el sonido del papel grabado.
El descubrimiento, además, revindica póstumamente a Édouard-Léon Scott de Martinville, el inventor del dispositivo, que se murió envenenado de rabia que Edison le había cosechado toda la gloria por una invención que en realidad no era del todo suya.
Edison, recordamos, también fue un gran cabrón con Nikola Tesla. Este es un capitulo aparte que merece mucha investigación. Por ahora lo dejamos picando, como dicen en la Argentina.
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