10.7.06

Entrevista con Ray Bradbury

La Nación republica hoy una entrevista de El Mundo con el eterno Ray Bradbury.

Algunos destacados:

"Despierto hacia las 7, con la cabeza dando vueltas a toda velocidad, con ideas y metáforas rebotando de una pared del cerebro a la otra. Me gusta llamar a ese momento el teatro de la mañana. Cuando por fin, se engarzan, salto a escribir una historia, un artículo o un poema. A las 9, me llama mi hija Alexandra para que le dicte mis textos... Ya no soy capaz de escribir a máquina desde que tuve un infarto. El trabajo creativo me lleva toda la mañana. La tarde se me va en atender la correspondencia y en resolver mis cosas"

-¿Qué le gusta y qué le disgusta de la vida moderna? ¿Es mejor o peor de lo que imaginaba a los 40 años?

-Amo el hecho de que llegáramos a la Luna, aún me asombro al pensarlo. De joven creía que nunca llegaría a ver ese momento. E, increíblemente, ese momento llegó cuando yo sólo tenía 49 años. Ahora espero vivir para cuando lleguemos a Marte. Me gusta que la televisión me permita ver muchas películas antiguas, que pensé que ya estaban perdidas. Odio casi todo lo que pasan en la tele, pero esas películas... Lo que más odio de la vida moderna es el automóvil. Tengo sentimientos ambiguos sobre la bomba atómica. Es peligrosa pero gracias a ella libramos al mundo de la opresión de Moscú en los 80. También me encantan las facilidades que tenemos para viajar. Hasta hace 25 años me daba miedo viajar. En realidad me tenía miedo a mí mismo. Temía montar un escándalo en el avión, empezar a dar gritos: "¡Esto se cae, esto se cae!". Luego descubrí que todo era cuestión de no tener miedo al miedo. Me aficioné y acabé por ser un fan de los Concorde: fui a París, a Roma, a Madrid... Lo primero que hice al llegar a Madrid fue ir al Prado, ver los cuadros de Goya.

-¿Cómo se sintió el 11 de septiembre de 2001?

-Sentía que lo que ocurría era imposible, increíble, inimaginable. Escribo ciencia ficción, pero ni en mis pesadillas soñé algo así. Aún estoy bajo los efectos de aquel día.

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