25.11.07

Javier de Felipe sobre la neurobiología de cero gravedad y el futuro de la humanidad en el espacio



Un lector de Futuratronics nos advierte sobre esta excelente entrevista en el programa de Eduard Punset (desde ya mimsmo un nuevo feed RSS de Fututratronics en Google Reader) con el neurobiólogo Javier de Felipe.

De Felipe: "es investigador en el Instituto Ramón y Cajal del CSIC. Ha dirigido la misión Neurolab, impulsada por la NASA, en la que se enviaron ratas al espacio para estudiar cómo afectaba la falta de gravedad a sus cerebros."

(Algún día tendremos que levantar un gigantesco monumento a las ratas y a los ratones por todo que le hicimos sufrir en nuestros laboratorios)

Es un alivio escucharlo hablar. Piensa en términos de 200.000 y 500.000 años. Habla sobriamente sobre cambios drásticos (pero de verdad drasticos) de la condición humana. Explica claramente y sin soberbia por que estudiar el efecto de los viajes espaciales sobre el cerebro es importante aun cuando hay tantos problemas en la tierra. Entiende a sus estudios como el inicio de un proceso que podría tener fruto dentro de 500.000 años, cuando estemos listo para irnos definitivamente del planeta.

Acá la introducción a la entrevista:

Eduard Punset: Estamos en el umbral de un cambio increíble en los próximos mil años. Tenemos un mamífero -nosotros- que, irremediablemente, va a cambiar de medio. Va a vivir en otro medio totalmente distinto: el espacio. ¿Hay algún antecedente en la historia de la evolución de algún mamífero que haya hecho algo parecido?

Javier De Felipe: Tenemos un ejemplo precioso de la naturaleza: el de los delfines cuando pasaron del medio acuático a la tierra y de la tierra otra vez al medio acuático hace ya aproximadamente 50 millones de años. Antes, el delfín y las ballenas eran mamíferos que caminaban en la tierra y pasaron al medio acuático. Ese paso a un medio totalmente distinto produjo cambios muy notables, no solamente a nivel corporal, sino también en su cerebro, que se hace más extenso, con más circunvoluciones. La estructura interior del cerebro también ha cambiado: en vez de haber las seis capas como en el caso de los primates, sólo hay cinco capas y también cambió la estructura sináptica. Es un ejemplo muy bonito de cómo al cambiar de un medio a otro muy distinto, el cerebro, como cualquier otra parte del organismo, se modifica.

¡Gracias Garoto!

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