Una nota en La Nación hoy sobre el estado de la vigilancia en Italia:
En los grandes centros urbanos de Italia es imposible recorrer 100 metros sin entrar en la filmación de una camarita", advierte a LA NACION Franco Pizzetti, presidente de la Oficina del Garante para la Protección de los Datos Personales, ente gubernamental creado en 1997.
"El problema se agrava porque nadie sabe cuántas son las videocámaras ni para qué sirven", agrega Pizzetti, llamado el "garante de la privacidad". "¿Quién no caminó alguna vez por la calle bostezando, rascándose la nariz, arreglándose una prenda -algo que jamás haría sabiendo que lo están filmando- o no le dio un tierno beso a la esposa, o bien a la amante?", se preguntó este funcionario, que considera "excesivo" el número de cámaras en el país.
Imagen: fuente
2 comentarios:
También podríamos hacernos la pregunta: ¿incrementa la seguridad que existan registros accesibles, por la Justicia, ante ilícitos de cualquier tipo?
Es un "trade-off" difícil de resolver. Habría que ver cómo les va a las ciudades/países que se han desarrollado en este sentido, vs los que no tienen ningún tipo de registro en video.
El incremento de las medidas invasivas de control va de la mano con el crecimiento del crimen, que a su vez acompaña muchos de los otros males que menciona este blog en sus posts sobre el efecto que tiene la actividad humana en el medio ambiente y en nuestra propia psique.
Las camaritas preocupan, sí, pero también hoy los pibes ponen sitios en internet con los culos y las bombachas de las minas que filmaron por la calle camuflando sus celulares en bolsas o mochilas. La masificación de la tecnología otorga un gran poder, pero no se para a preguntar si hay una gran responsabilidad (para copiar a spiderman).
Publicar un comentario