2.4.08

Napoleon with a Light Saber


Lo bueno de vivir en una ciudad es poder observar y ser parte de un gigantesco sistema que fluye dentro de un cambio continuo.

Tienes que abrir los ojos y mirar. Siempre hay sorpresas.

En estos días apareció un afiche para el Cartoon Network que me asombró. La foto esta arriba.

Recordemos el comienzo de El Aleph, el mejorísimo cuento de Borges. Allí también se asombra con un afiche de publicidad:

La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita. Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la había exasperado; muerta yo podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación.

A Rafael Cippolini también le asombró este cartel de Napoleon con un lightsaber pegado a las mismas "carteleras de fierro" que veía Borges. Lean su comentario en su blog Cippodromo. Dice el gran y amablemente demente patafísico:

El afiche callejero de la última campaña de Cartoon Networks (ver foto) sigue estando muy cerca de donde desayuné, hace unas pocas horas. No pude dejar de observarlo: ahí están, cruzados, dos universos, dos imaginarios ¿Star Wars invadiendo al Siglo XIX o al revés? Obviamente, el Siglo XIX (y otros) ya estaban dispersos en algunos detalles estéticos y narrativos de las películas de Lucas, aunque no al revés. Pero no interesa la (por demás clásica) herejía contra la imago histórica sino contrario sensu la referencia a la infinita disponibilidad que se enuncia: “Hacemos lo que queremos”.

Hoy en Buenos Aires es un día de otoño maravilloso. El cielo alterna entre un nublado oscuro y unas explosiones de sol amarillo esperanza. El aire esta fresco. Si respiras profundo piensas que aun todo esta por delante. Además es un feriado entonces hay clima de domingo por la tarde sin la terrible angustia existencial de domingo por la tarde. Está todo en silencio y los buses andan medios vacíos. Como un mundo con menos gente. Como otro mundo.


Foto: Rafael Cippolini

1 comentario:

Anónimo dijo...

socio semiótica sr.