Me encantan los espacios pequeños. Las habitaciones minúsculas, jardines escondidos dentro de un bosque enorme, las cabinas de aviónes, el útero…
Acabo de descubrí este sitio –Shedworking: a lifestyle guide for shedworkers-- vía el delicious de Julián Gallo.
Se dedica a reportar sobre noticias vinculadas al diseño y construcción de espacios pequeños.
Me imagino un mundo, mejor, sin tanto consumo, donde la riqueza se define no por la acumulación de bienes sino del buen orden y el compartir.
Por todo Buenos Aires se ven, por la mañana, mientras que las viejas pasean sus perros y los oficinistas salen a trabajar, a pobres tipos tirados sobre la vereda tapados por una cortina de plástico. Hay una vieja, bastante elegante, que vive hace años en la vereda del Teatro Cervantes de la calle Córdoba. Alguien haría un gran trabajo construyendo hogares simples, baratos, elegantes y desechables para estas personas.
Me imagino ciudades imaginarias movibles, de nómadas.
La imagen que pintó Van Gogh de su cuarto es mi vivienda ideal. Es una lastima que haya sido atacado por el virus de Cliché, porque no es un cliché. ¿O si?
Pero allí, en ese cuartito, hay todo lo que neciecitas. Es tan limpio, perfecto y necesario como un esqueleto. No falta nada. No sobra.
2.4.08
Shedworking: un blog sobre el diseño, construcción y filosofía de los espacios pequeños
Publicadas por Andrés Hax a la/s 4/02/2008
Etiquetas: ciudades, nuevos diseños
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