16.4.08

El planeta es un casino: uno pocos inversores de Wall Street que han ganado BILLONES de dolares especulando en los mercados este último año, no más



Hay una nota hoy en The New York Times que, seguramente, pasará como una noticia más. Como los resultados del fútbol o el pronóstico del clima. Pero si te detienes a pensar la única conclusión es que es la noticia más importante de nuestros tiempos.

Describe cómo varios individuos en Wall Street han ganado, este año pasado, millones DE MILLONES de dólares, simplemente especulando.

No construyen nada. No crean nada. No comparten nada. Como si las monedas internacionales y todo los bienes del planeta (el trigo, el petroleo, la tierra) fueran las fichas de el casino más exclusivo de la historia de la humanidad, apuestan fuerte y ganan.

Si hay un economista leyendo esto me gustaría que hiciera un análisis de qué significa, simplemente en términos monetarios, toda esta riqueza. Es decir, con las cifras simplemente mencionadas en la nota: ¿que se podría construir? ¿Cuántos puentes? ¿Cuántos viajes a la luna? ¿Cuantos internets?

No tomen esto como una gran queja socialista o revolucionaria. No hay revolución posible, lo sabemos perfectamente bien. Los ricos siempre se enriquecerán y los pobres siempre estarán encarcelados en su pobreza.

Me pregunto, sin embargo, que significa esto. ¿Qué es el dinero?

Uno de los entrevistados de The New York Times dice “No hicimos nada ilegal”. De acuerdo.

Pero acá algo anda mal. ¿O no?

En la misma nota un analista confiesa “Esto es una versión gigantesca de Las Vegas”

Que hagan lo que quieran con el dinero. Esto no va a cambiar.

Pero estas noticias tienen que esforzarnos a examinar bien la realidad del mundo para que vivamos en el mundo real.

Si el mundo es un casino, si toda la maquinaria de la civilización es, de hecho, un juguete para que jueguen los maestros del universo, ¿cómo deberíamos vivir nosotros?

Por allí hay que no deprimirse con esta noticia sino relajarse. Todo es un baile. Esto es una gran fiesta pantagruelica. Entreguémoslos. No estaremos en el salón principal, pero en nuestro rincón del sótano por lo menos oímos los ruidos de la fiesta. Algunas sobras nos quedan. Podemos salir de la mansión y irnos al bosque a caminar hacia otros mundos. Este no es para nosotros y nunca lo será.

Imagen: fuente

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola.
Sin caer en el cinismo o la depresión.
Me molestan menos los millones obtenidos en forma legal que los cientos obtenidos en forma ilegal.
Es cierto que esto hace pensar que algo anda mal. Pero también es cierto que la misma sensación me produce el ver lo que gana un jugador de fútbol, contra lo que gana un médico.
Muchas cosas están mal armadas. Pero también reconozco el curso natural. Y de nuevo pienso... si fue legal, no me importa cómo la ganan. Me importa qué hacen con ella.
Bill Gates puede ser uno de los hombres más ricos del planeta, pero también es uno de sus mayores filántropos. Ojalá todos hicieran lo mismo. Saludos.